Nadegante fue ajusticiado, en la puerta del INEM. Por no seguir las normas, por nadegar libre en su carrito. Por no consumir gasolina, por apoyarse en su bastón, y no en hacienda.
Nadegante aprendió a decir no, y esa fue su última palabra cuando lo colgaron del palo.
Nadegante fue ajusticiado, en la puerta del INEM. Por no seguir las normas, por nadegar libre en su carrito. Por no consumir gasolina, por apoyarse en su bastón, y no en hacienda.
Nadegante aprendió a decir no, y esa fue su última palabra cuando lo colgaron del palo.